Consultado por el balance de los dos años del gobierno nacional, Francisco Vidal, presidente de PROGRANO, describió el período como “durísimo” para el sector. En Aries, señaló que la volatilidad del tipo de cambio y la falta de acceso a financiamiento fueron dos de los factores que más afectaron a los productores.
“El año pasado cosechamos con un dólar de 1.150 y muchos tuvieron que pagar insumos un mes después con un dólar de 1.400 o 1.500. Podés tener un buen año productivo, pero si fallás en el timing de venta, perdés más del 20%. Eso genera un ambiente de tensión donde es muy difícil trabajar”, explicó.
Vidal agregó que la competencia internacional resulta cada vez más desequilibrada: “En países vecinos hay créditos a 15 años al 1% anual en dólares. Acá estamos con tasas del 25% o 30% en pesos y a tres años. Así es imposible competir con productores que pueden invertir en infraestructura, plantas y tecnología”. 
A su vez, recordó que la Argentina arrastra “más de 70 años de desinversión”, lo que limita la adopción de tecnología y la capacidad de crecer en productividad.
“Necesitamos reglas de juego razonables, estables y comparables con las de otros países. Si nos piden competir en el mundo, necesitamos condiciones mínimas para hacerlo”, sostuvo.
Vidal expresó que espera que 2026 sea un año de mayor estabilidad: “Ojalá sea un año estable, razonable y que dé seguridad a los productores. El campo necesita previsibilidad para seguir adelante”.