El hallazgo sin vida de Pablo Cabrera, de 29 años, en su hogar conmocionó a la comunidad de Embarcación. Aunque en un principio se sospechó de un suicidio, la autopsia reveló que fue asfixiado. Su pareja, Néstor Torino, confesó el crimen y quedó detenido. La Fiscalía de Graves Atentados contra las Personas de Tartagal lleva adelante la investigación.