¡Viva el Milagro! ¡Viva el Señor! ¡Viva la Virgen! Una vez más, los fieles de los santos patronos realizaron la procesión y renovaron el Pacto de Fidelidad. Según la Policía, este año participaron 650 mil personas.
¡Viva el Milagro! ¡Viva el Señor! ¡Viva la Virgen! Una vez más, los fieles de los santos patronos realizaron la procesión y renovaron el Pacto de Fidelidad. Según la Policía, este año participaron 650 mil personas.
Pero más allá de las cifras, lo que verdaderamente destacó fueron las historias de vida, promesas y actos de solidaridad que se desplegaron por calles y veredas. Las imágenes partieron desde la Catedral y recorrieron hasta el Monumento 20 de Febrero de 1813.
Consultados por El Tribuno sobre sus emociones en este Milagro 2024, vecinos, peregrinos y visitantes coincidieron en que este es un momento de gran emoción y reflexión, una experiencia de fe tan íntima y profunda que solo puede ser descrita por quienes la viven. Entre las intenciones más comunes se encontraban los agradecimientos por los favores recibidos, pero también muchos pedidos por la salud de familiares y amigos, afectados por enfermedades como el cáncer o la neumonía. Asimismo, sobresalieron las súplicas por trabajo y por una mejor situación social y económica para el país.
Gloria Ramos, una salteña que llegó desde Buenos Aires, fue una de las asistentes. Desde muy temprano se ubicó en la plaza 9 de Julio para asegurar su lugar y poder ver la salida de las sagradas imágenes. Recordó que, aunque había asistido a la festividad desde los 12 años, con el paso de los años y tras mudarse a Buenos Aires, ya no pudo participar con frecuencia. Sin embargo, este año logró regresar a Salta, visitar a su hija y ser parte de la procesión nuevamente. "Pido que Dios nos proteja. Ojalá el Señor nos conceda el milagro de que los jubilados podamos sobrellevar este momento. Sobre todo, pido por la salud y protección de mis hijos", expresó emocionada, con lágrimas en los ojos.
Gloria también subrayó que su petición no es solo para su familia, sino para todos los argentinos, y que el momento más conmovedor para ella es la salida y el regreso de las imágenes a la Catedral, entre pétalos que caen y el repique de las campanas.
Más testimonios
Judith, del barrio El Tribuno, participó de la procesión para pedir por la salud de sus hijos. Resaltó que es un momento de profunda emoción, porque conmueve ver la fe y unión de tantas personas.
Desde zona sur
Mónica, del barrio Bancario, en la zona sur, afirmó que la procesión es algo que los salteños sienten profundamente, y que hay que vivirlo para entenderlo. En su caso, pidió por la salud de Luna, la hija de una amiga que se encuentra en terapia intensiva debido a una neumonía. "Ponemos en manos del Señor y de la Virgen del Milagro la salud de la pequeña", dijo, agregando: "Pedimos que nos conceda ese milagro".
Elida, del barrio Miguel Ortiz, al norte de la ciudad, ha participado de la procesión durante 15 años. Este año, acudió con una intención especial: pidió por salud y trabajo, y para que la situación del país mejore. "Mi fe es lo que me moviliza", afirmó con convicción. "La procesión siempre me genera muchas lágrimas y emoción".
Como cada año, la sirena de El Tribuno hizo emocionar a todos cuando ingresaron las imágenes del Señor y la Virgen del Milagro. No faltó la tradicional lluvia de pétalos. Todos dijeron, hasta el próximo Milagro.
