Hace cuatro meses la vida deCamila Fernándezy de su familia cambió totalmente. A lajoven oriunda de Guachipas, de tan solo 19 años, le diagnosticaron unaleucemia aguda. Hoy, necesita con urgencia realizarse análisis para poder someterse a untrasplante de médula ósea e iniciar la quimioterapia. La donante es su mamá,Sonia.
A la dura realidad de tener que sobrellevar una difícil enfermedad, se suma la situación económica.No tienen dinero para costear los estudios, que cuestan $ 230.000, y mucho menos para hacer frente el tratamiento, con todo lo que conlleva. “Lo más urgente son los análisis. No cuento con más ayuda que $20.000 del intendente para el viaje, perosolo en pasajes para ir a la ciudad de Salta y volver nos cuesta $24.000”, explicóSoniaen diálogo conEl Tribuno.
La familia, angustiada, espera la colaboración de los legisladores y de los concejales, no solo se trata de un aporte económico, sino también de gestión.Según manifestaron, hasta el momento no la obtuvieron. “Solo eldiputado Parra me ayuda cuando puede, pero no podemos pedirle todo a él”, señaló la mamá, en una entrevista deSaltar.com
El único ingreso de Sonia es una pensión de madre de siete hijos.Viven en una pequeña vivienda alquilada, que consta de una habitación y una cocinita. Está ubicada en un primer piso yel baño está abajo.Camila, quien no puede y no debe realizar esfuerzos,tiene bajar constantemente al sanitario.Sonia duerme en el piso,para que su hija pueda hacerlo en la cama. Las condiciones están muy lejos de ser las adecuadas para llevar un tratamiento, que requiere de unadieta especial y de un ambiente cómodo y abrigado.
“Quiero hablarle al corazón de los salteños...”La familia no puede darle ninguna de esas cosas.Camila,con mucha dulzura expresó: “Quiero hablarle a los corazones solidarios de los salteños para poder seguir con mi tratamiento y que ayuden a mi mamá. Quiero poder seguir con la quimioterapia y vencer este cáncer. Y volver a ser lo que era antes”.
Hasta hace pocos meses, la vida de Camilia era una vida normal.Estudiaba en el colegio de Guachipas, se juntaba con amigos y soñaba con un futuro mejor.Hoy, su prioridad es superar la leucemia. Y,pese a su debilidad corporal, enfrenta los obstáculos con una gran fortaleza espiritual.  
Cuando internan aCamila, su mamá tiene que ir prácticamente todos los días a laciudad de Saltapara atenderla. Cada pasaje cuesta más de $7.000. A eso se suma movilizarse, comer, etc. Gastos imposibles de solventar para Sonia, quien además de no conseguirtrabajoen este momento no puede hacerlo, por loscuidados que requiere Camila.
“Necesitamos ayuda. Este invierno, Camila con su enfermedad la pasó mal. Quiero que mi hija vuelva a la vida feliz que tenía antes que pase todo esto, que comenzó hace cuatro meses”, concluyó Sonia,quien aclaró que si bien no nació en Guachipas, vive hace 14 años en esa localidad.
Quienes puedan colaborar con Camila pueden comunicarse al 387 5405067.